Cámara corporal policial SENKEN DSJ-D8
Es una buena opción para el agente del orden público de la ONU.


SAN JUAN, Puerto Rico (AP) — El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas evaluaba el lunes opciones que incluyen la activación inmediata de tropas extranjeras para ayudar a liberar a Haití del control de las pandillas que ha causado escasez de combustible, agua y otros suministros básicos.
Esa fuerza “eliminaría la amenaza que representan las bandas armadas y brindaría protección inmediata a la infraestructura y los servicios críticos”, además de garantizar la “libre circulación de agua, combustible, alimentos y suministros médicos desde los principales puertos y aeropuertos a las comunidades y los centros de atención médica”, según una carta que el secretario general de la ONU, António Guterres, presentó al consejo el domingo.
La carta, a la que tuvo acceso The Associated Press y que no se ha hecho pública, decía que uno o varios estados miembros desplegarían la fuerza para ayudar a la Policía Nacional de Haití.
También establece que el secretario general podría desplegar “capacidades adicionales de las Naciones Unidas para apoyar un alto el fuego o acuerdos humanitarios”.
Sin embargo, la carta señala que “el retorno a un compromiso más firme de las Naciones Unidas en forma de mantenimiento de la paz sigue siendo un último recurso si la comunidad internacional no adopta urgentemente medidas decisivas conforme a las opciones esbozadas y la capacidad nacional de aplicación de la ley resulta incapaz de revertir el deterioro de la situación de seguridad”.
La carta fue presentada después de que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y 18 funcionarios de alto rango solicitaron a sus socios internacionales “el despliegue inmediato de una fuerza armada especializada, en cantidad suficiente”, para detener las “acciones criminales” de bandas armadas en todo el país.
La solicitud se produce casi un mes después de que una de las bandas más poderosas de Haití tomó el control de una terminal de combustible clave en la capital, Puerto Príncipe, donde se almacenan unos 10 millones de galones de diésel y gasolina y más de 800.000 galones de queroseno.
Decenas de miles de manifestantes también han bloqueado las calles de Puerto Príncipe y otras ciudades importantes en las últimas semanas, impidiendo el flujo de mercancías y el tráfico como parte de una protesta en curso contra el aumento de los precios de la gasolina, el diésel y el queroseno.
Las gasolineras y las escuelas están cerradas, mientras que los bancos y las tiendas de comestibles funcionan en un horario limitado.
Regis Wilguens, un empresario de 52 años, dijo que no cree que la llegada prevista de tropas extranjeras cambie nada.
“Los resultados siempre son los mismos”, dijo. “Los problemas sociales y económicos nunca se han resuelto”.
Los manifestantes exigen la dimisión de Henry, quien anunció a principios de septiembre que su administración ya no podía permitirse subvencionar el combustible.
La creciente parálisis ha provocado que los suministros de combustible, agua y otros productos básicos disminuyan en medio de un brote de cólera que ha matado a varias personas y enfermado a docenas de otras, y los funcionarios de salud advierten que la situación podría empeorar.
El domingo, los senadores haitianos firmaron un documento exigiendo que el “gobierno de facto” de Henry aplace su solicitud de despliegue de tropas extranjeras, diciendo que es ilegal según las leyes locales.
No fue posible contactar con un portavoz de Henry para realizar comentarios.
La posible presencia de fuerzas armadas internacionales es algo que preocupa a Georges Ubin, un contador de 44 años, quien dijo que conoce a personas que han sido víctimas de las fuerzas de paz y cree que la intervención extranjera no mejoraría las cosas.
“Las tropas extranjeras no van a resolver los grandes problemas de Haití”, dijo. “Son problemas que han existido desde que nací. Nunca mejoran”.
Los funcionarios haitianos no han especificado qué tipo de fuerzas armadas están buscando, y muchos líderes locales rechazan la idea de las fuerzas de paz de la ONU, señalando que han sido acusadas de agresión sexual y de provocar una epidemia de cólera que mató a casi 10.000 personas durante su misión de 13 años en Haití que terminó hace cinco años.
La carta que el secretario general de la ONU presentó el domingo sugiere que la fuerza de acción rápida se elimine gradualmente a medida que la policía haitiana recupere el control de la infraestructura, y que podrían seguir dos opciones: los estados miembros establecer un grupo de trabajo policial internacional para ayudar y asesorar a los oficiales locales o crear una fuerza especial para ayudar a enfrentar a las pandillas "incluso mediante operaciones conjuntas de ataque, aislamiento y contención en todo el país".
La carta señala que si los Estados miembros no “ofrecen apoyo y financiación bilateral”, la operación de la ONU podría ser una alternativa.
“Sin embargo, como se indicó, el regreso a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU no era la opción preferida de las autoridades”, afirma.
La carta también indica que el Consejo de Seguridad podría decidir reforzar el componente policial de la actual Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH) y pedir a los Estados miembros que proporcionen equipo y capacitación adicionales a la policía local, que carece de personal y recursos. Solo alrededor de un tercio de los aproximadamente 13.000 efectivos policiales están operativos en un país con más de 11 millones de habitantes.
El secretario general dijo que el asunto es urgente y señaló que Haití “se enfrenta a un brote de cólera en medio de un dramático deterioro de la seguridad que ha paralizado al país”.

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